Proyectos para el Centenario del Descubrimiento en 1892

Albert Bierstadt. Desembarco de Colón
 
En 1887, faltando solo cinco años para el IV Centenario del Descubrimiento de América, todavía no se había pensado nada concreto sobre cómo celebrarlo. Tuvieron que ser las noticias llegadas de Estados Unidos las que sirviesen de impulso.

Á mediados de 1887 súpose que la América sajona se apercibía á conmemorar el aniversario del descubrimiento, y tal noticia causó en España una emoción en que se mezclaban la pena y el orgullo [...] Desde 1883 acariciábase tal pensamiento, enunciado por los Sres. D. Martín Ferreiro y D. Patricio Ferrazón, y acogido al punto por la benemérita Unión Ibero-Americana. Es lo cierto, no obstante, que la aspiración general manifestada en ocasiones y por conductos distintos no se había concretado en proyecto alguno, de realización posible é inmediata. El estímulo venido de afuera, tocando en la fibra más delicada de la conciencia nacional, determinó un generoso movimiento y dió motivo á que se resolviese en obra de pocos días una cuestión que de otra suerte tal vez hubiera seguido durante meses y años puesta en terrenos de litigio y sometida á penosas incertidumbres.
El Centenario, Tomo I, 1892

Unos meses después, el 28 de febrero de 1888, se creó la comisión oficial para conmemorar el Descubrimiento cuya primera reunión —para constituirse— tuvo que esperar hasta el mes de abril.

Ayer tarde á las tres se han reunido bajo la presidencia del Sr. Sagasta, como jefe del gobierno, la comisión organizadora del centenario de Colon. Su objeto ha sido constituirse, acordando que en las ausencias del presidente del Consejo ejerza las funciones de tal el primer vicepresidente duque de Veragua. Han sido también nombrados secretarios D. Juan Valera y D. Facundo Riaño.
La Correspondencia de España, 17/04/1888

En aquellos momentos se daba por hecho que habría una Exposición Universal en Madrid, aunque no quedaba mucho tiempo para organizar grandes eventos.

El entusiasmo producido por el pensamiento de la Exposición universal que ha de verificarse en Madrid para el 12 de octubre de 1892, cuarto centenario del descubrimiento de América, puede calcularse por el ofrecimiento del señor de Paradela al presidente Sr. Taviel de Andrade, de 200.000 pies de terreno que lindan con el Retiro por Atocha y que completarán por aquel lado las instalaciones. El Sr. Taviel ha aceptado esta donación graciosa y con la cual los gastos de la exposición disminuirán notablemente, contribuyendo á su engrandecimiento y hermosura. Parece que iguales donaciones se van á ofrecer de los terrenos que rodean al Hipódromo.
La Correspondencia de España, 12/04/1890

Había que hacer algo grandioso. Desde hacía muchos años el arquitecto José Marín Baldo venía diseñando un conjunto monumental dedicado a Colón que mediría 100 metros de lado y 59 de alto. Las dimensiones impedían erigirlo en ninguna de las plazas que había en Madrid en aquella época, así que proponía abrir un nuevo espacio en el ensanche de la ciudad, bien en la prolongación de la calle de Alcalá o en el Retiro. La plaza constaría de un diámetro de 400 metros y una superficie de unas 12,5 hectáreas, casi 13 campos de fútbol, con calles de 37 metros y edificios con soportales. El proyecto había sido presentado a la reina que tuvo que rechazarlo porque el coste era inasumible. Sin embargo los planos fueron presentados en la Exposición Universal de Filadelfia donde el proyecto obtuvo uno de los cinco premios que se otorgaban a arquitectos. El proyecto también fue presentado en la Exposición de Bellas Artes de Madrid.

Obra de tan colosales proporciones, bien merecía artículo aparte pero ni somos competentes para ello, ni lo colosal nos atrae por sí solo. Lo que hallamos mejor en esta obra, es el dibujo en que está presentada la sección del proyecto, que revela una gran habilidad [...] El principal defecto que lo halla el vulgo, entre el cual nos contamos, es el de ser irrealizable. Y aun cuando algún poderoso de la tierra, ó algunos poderosos, si se consideraba como obra internacional, se decidieran á ejecutarla, se tropezaría con el inconveniente de que no podría verse en conjunto, pues la distancia que sería preciso buscar no permitiría apreciar muchas cosas [...] A trueque de perder una obra que pudiera ser muy notable, si se hallara campo para colocarla y capitales para construirla, hubiéramos preferido que lo que se ha empleado en el proyecto se gastara en levantar un monumento á Colón mas modesto, pero mas realizable.
La Época, 12/02/1867
Proyecto de José Marín Baldo para monumento a Colón
 
Por su parte la revista "La Ilustración española y americana" presentó otro colosal proyecto.

El prodigio de construcción de hierro con que dotó á París en 1889 el ingeniero M. Eiffel, resolviendo problemas de diversa clase, ha despertado vanidades nacionales [...] nuestro compatriota arquitecto bilbaíno P . M. Alberto de Palacio concibió el proyecto de erigir un monumento á Colón, digno de la incomparable gloria del inmortal descubridor de América [...] Figuraos la colosal esfera montada sobre su base, de 80 metros de altura, coronada en su Norte por la carabela que condujo á Colón al Nuevo Mundo, y tendréis ante vuestra imaginación el más soberbio monumento que han ideado los hombres, resplandeciendo á la luz del sol con los colores de los continentes, mares é islas de la esfera terrestre; dividida por su Ecuador, consistente en una plataforma de 14 metros de ancho al exterior y un kilómetro de longitud; surcada por majestuosa espiral en el hemisferio Norte, que se desarrolla por la vía de 3,000 metros que desde el Ecuador conduce al Norte; brillando durante la noche con las líneas de luz que perfilan los continentes é islas, y arrojando sobre una populosa ciudad torrentes de claro fulgor; envuelta en brumas ó acariciada por las nubes, empequeñeciendo siempre con su inmensa mole á los edificios hasta hoy considerados como gigantescos; tendréis una ligera idea de esta creación soberbia de la industria moderna, en cuyo enorme seno hueco caben, como dijes en su estuche, las dos grandes pirámides de Egipto, la esfinge y los colosos [...] En la base, y bajo majestuosa rotonda central, se colocará una estatua gigantesca del gran descubridor, rodeada de los navegantes, conquistadores y misioneros que hicieron fecundo su descubrimiento...
La Ilustración española y americana, 30/08/1890

Las medidas del gigantesco monumento que da la revista parece que tienen como fin superar a la torre Eiffel. Diámetro de la esfera: 300 metros; elevación de la esfera sobre el suelo: 80 metros; altura total del monumento incluyendo una carabela en la cúspide: 400 metros. A continuación, la revista explica el plan económico.

Todo esto con absoluta separación é independencia de los lugares de recreo, tales como paseos, cafés y restaurants destinados á la multitud de más de cien mil personas que pueden visitar á la vez el monumento, y sin impedir en lo más mínimo la marcha ordenada de ascensores y tranvías [...] Siendo el negocio el estímulo más poderoso y único para la realización de estas asombrosas obras modernas, y contando con la excepcional curiosidad que ha de despertar en las gentes un monumento que á tan nuevos espectáculos é impresiones se presta, podemos hacer el cálculo siguiente: caben en él más de 100.000 personas, y pagando de entrada, como en la torre Eiffel, 5 pesetas, cada lleno producirá 500.000 pesetas, por lo menos, quedando en esta forma reintegrado el capital en sesenta y dos días de lleno, y esto sin contar con los distintos rendimientos de sus dependencias, como cafés, restaurants, etc., puesto que e! presupuesto total, comprendiendo máquinas elevadoras y todo género de aparatos, es de 31 millones de pesetas.
La Ilustración española y americana, 30/08/1890
Proyecto de Alberto de Palacio para monumento a Colón en el Retiro detrás del Palacio de Cristal
 
Este proyecto quedó en mera propuesta y parece que ni siquiera llegó a considerarse de forma oficial. En esas fechas las autoridades municipales ya debían estar pensando en otro proyecto para el parque del Retiro: la construcción de una nueva casa consistorial a la que el proyecto llamaba palacio municipal.

Los planos del palacio municipal que se proyecta construir en los Jardines del Buen Retiro, han sido examinados por el Ayuntamiento. Tan luego se reúnan las Cortes, nuestra corporación municipal solicitará la autorización que necesita para proceder á la tala y comenzar la construcción del edificio. Las Casas Consistoriales de la Plaza Mayor y de la Plaza de la Villa se sacarán á subasta y con el importe de esta se contribuirá á sufragar los gastos que ocasione la construcción. El edificio será de magnífica fachada y capaz para que en él se instalen todos los servicios del Municipio.
La Unión Católica, 22/01/1891

Finalmente, recordando el éxito de visitantes en 1887 de la Exposición sobre Filipinas en el Retiro, se puso en marcha en el parque otra exposición para el centenario, la Exposición Agrícola e Industrial.

Los planos de la futura Exposición, debidos al inteligente arquitecto Sr. Grases, reúnen todas las condiciones apetecibles bajo el punto de vista estético y práctico, y no nos parece que aventuramos nada al asegurar que será la Exposición agrícola é industrial uno de los principales atractivos que ofrecerá Madrid á los que nos visiten con motivo de las fiestas del Centenario [...] La verdad es que el lugar elegido para asiento de la Exposición es único. Las grandes avenidas del Parque de Madrid [Retiro] dan espacio más que sobrado para las instalaciones, y los jardines laterales proporcionan un fondo sin ejemplar, sobre el que han de destacar con gallardía suma las artísticas edificaciones proyectadas [...] Se proyecta también un gran edificio adosado al gran estanque, que será un verdadero monumento artístico [...] La Junta directiva de la Exposición se propone celebrar en los meses que dure el Certamen grandes fiestas y proporcionar atractivos á los visitantes. A este fin ha mandado traer de Venecia una preciosa góndola, que se halla ya en Barcelona, para S. M. ; va á construir una carabela idéntica á la Santa María, que flotará en las aguas del estanque grande; en éste se darán veladas artísticas magníficas, se celebrarán concursos internacionales de fuegos da artificio etc., etc.
La Iberia, 21/04/1892

Las obras de la primera galería general quedarán terminadas en los primeros días de Mayo, en cuya fecha se estarán construyendo varios pabellones é instalaciones particulares, figurando entre los primeros dos magníficos que se levantarán respectivamente para las islas de Cuba y Puerto Rico, y otro que ya ha encargado la provincia de Baleares; y entre las segundas gran número de diversos comerciantes y fabricantes españoles [...] los planos de otras obras importantes que se van á realizar en el recinto de la Exposición, tales como un precioso y artístico pabellón destinado á SS. MM. y AA., otro para la prensa, un magnífico restaurant y una vaquería-modelo.
La Unión Católica, 22/04/1892
Palacio de Velázquez en el Retiro construido para la Exposición Nacional de Minería de 1883
 
Una parte de la prensa inició una campaña contra este proyecto que consideraba perjudicial porque privaba al pueblo de Madrid de la mejor parte del Retiro. Se dijo que se habían talado árboles y que algunas estatuas habían sufrido daños. El asunto se discutió acaloradamente en el Congreso.

Los diputados que suscriben ruegan al Congreso se sirva aconsejar al gobierno de S. M. la conveniencia de impedir por cuantos medios le concedan las leyes ordinarias interpretadas en el mas lato sentido que pueda darse al art. 84 de la Constitución, la concesión otorgada con motivo del Centenario del descubrimiento de América de terrenos del Parque de Madrid para fines que, á juicio de los firmantes, no sólo no están comprendidos, sino que contrarían el decreto de 6 de Noviembre de 1868 elevado á ley por las Cortes Constituyentes, cediendo al Ayuntamiento de Madrid la antigua propiedad de la Corona, denominada Real Sitio del Buen Retiro.
El Imparcial, 01/05/1892

La polémica también estaba en el ayuntamiento. En la sesión municipal de 4 de mayo de 1892 se dio lectura á la siguiente proposición:

Los concejales que suscriben proponen al ayuntamiento se sirva acordar que no habiéndose cumplido por el concesionario de la Exposición que se intenta celebrar en el Retiro, la condición inexcusable que se le impuso, obligándole á presentar los planos y proyectos de las obras que hubiere de realizar, para que fueran previamente aprobados, se le ordene que reponga los paseos del Parque de Madrid al ser y estado que tenían antes de los trabajos comenzados, y no se le permita iniciarlos de nuevo ni practicar en aquéllos la menor alteración hasta tanto que presente los referidos planos y proyectos, determinando el emplazamiento de cada una de las instalaciones, y después de examinarlos con la detención debida, atendiendo á que no se prive al pueblo da Madrid del tránsito libre y expedito por sus paseos predilectos del parque, le sean aprobados conforme establece la concesión.
El Siglo Futuro, 05/05/1892

El ayuntamiento, muy presionado, se vió obligado a suspender las obras y multar al concesionario, Sr. Alba Salcedo, con 500 pesetas por no tener las obras dirección técnica. Después le propuso considerar otros terrenos dentro del Parque —probablemente el Paseo de Coches— para celebrar la exposición. El ayuntamiento dió ocho días de plazo para deshacer todo lo hecho hasta la fecha, pero debió parecerle que el concesionario remoloneaba porque dos días antes de cumplirse el plazo otorgado envió a los operarios de la Villa para que destruyesen los armazones levantados. Posteriormente no debió llegarse a un acuerdo para la instalación de la exposición en otros terrenos porque la Exposición Agrícola e Industrial no se celebró.

La oposición a este proyecto se debía al lugar de la celebración no al proyecto en sí, porque todos pensaban que en 1892 debía celebrarse algún tipo de exposición, como la Exposición Hispano-Lusitana, otro proyecto que tampoco cuajó. No sabemos el lugar de celebración previsto porque la noticia no lo dice.

Exposición Hispano-Lusitana. Se celebrará en esta corte, con motivo de los festejos para solemnizar el cuarto Centenario del descubrimiento de América. Concurrirán á ella las diferentes provincias peninsulares y uItramarinas de España y de Portugal, construyendo cada una un pabellón propio, dispuestos de suerte que formen una calle que se llamará de las Provincias, ó dos calles en cruz, una de España y otra de Portugal, con una plaza en el punto de intersección, con tal arte que, junto á los productos manufacturados de Barcelona, se vean los de Oporto v Covilha, y frente á las riquezas de Angola y Mozambique las de Cuba y Filipinas. La Comisión organizadora, que de acuerdo con la central del Centenario viene trabajando en el proyecto, ha enviado ya circulares á todas las provincias, convocándolas por medio de las principales autoridades y personas de mayor significación á secundar sus esfuerzos, y continuará en sus propósitos, en vista de las halagüeñas contestaciones que recibe. En Madrid, este patriótico proyecto ha sido acogido con verdadero entusiasmo, no sólo por el señor Rodríguez San Pedro y por el presidente de la Diputación, señor La Presilla, que han ofrecido á la Comisión su valioso concurso, sino también por algunas importantes Sociedades que formarán el pabellón madrileño, poniendo sin duda alguna á gran altura el crédito de la industria y del comercio de la corte de España, apreciado, por lo general, en mucho menos de lo que vale. Anoche á las nueve se reunió la Comisión organizadora de dicha Exposición para adoptar acuerdos de importancia.
La Época, 14/04/1891
Las tardes del Retiro. La Ilustración Española y Americana
 
También ocuparía un amplio espacio otro proyecto de carácter grandioso por su arquitectura. Su autor, que no ve problemas de financiación, tampoco propone un lugar para su instalación.

Entre los proyectos que se han presentado á la comisión del Centenario de Colón, figura el de instalar las exposiciones en edificios que simulen al exterior alguna de las maravillas del mundo, colocadas unas frente á otras, formando espaciosa plaza, y en él centro la estatua de Colón ó de la Fe sobre edificio á propósito, dominando en altura á todos. Los gastos no excederían en este caso de los presupuestos para otras construcciones al objeto, sin perjuicio de poder utilizar los de obras publicas, puesto que después de celebrarse las exposiciones podían servir para ministerios, direcciones, museos, etc.
El Imparcial, 18/01/1891

El tono épico solía ser corriente en las propuestas que se presentaban. Llama la atención que además aparecen cuando ya queda poco tiempo para el centenario por lo que no daría tiempo para construirlas.

Creemos que así como se ha dispuesto la erección en Granada y Barcelona de dos monumentos alusivos á la unificación de la nacionalidad española y al descubrimiento del Nuevo Mundo, podría y aun debería erigirse en Madrid un grandioso edificio, que fuese como templo consagrado á la ciencia geográfica, en la que dió Colón aquel paso de gigante, y á la que puso el sello con su viajo, legendario casi, por la temeridad de la empresa, Juan Sebastián de Elcano, circunnavegando el planeta por la vez primera. Ese edificio, dedicado también á biblioteca y gabinete de geografía, hidrografía, astronomía y geodesia, se llamaría «Instituto geográfico colombino» y debería lucir sobre la balaustrada de su frente las estátuas del padre Marchena, Martín Alonso Pinzón, Vasco de Gama, Magallanes y Elcano; ostentando, allá en lo más alto de su cúpula central, la estátua de Cristóbal Colón, como signo elocuente de la gratitud nacional presentado á las venideras generaciones, en homenaje del inmortal navegante que nos dió el timbre de gloria más alto entre los pueblos quo han concurrido á la obra de la humana civilización.
La Libertad, 30/04/1890

Por último hay un proyecto del que sí sabemos dónde se pensaba desarrollar: en el río Manzanares. Aprovechando que desde hacía años se venían estudiando varios proyectos y presupuestos para el encauzamiento o canalización del Manzanares, Juan Bautista Díaz presentó en el registro del ayuntamiento una memoria descriptiva para tomar parte en los festejos del Centenario de Colón. Lo describía como un proyecto para salubridad y embellecimiento de Madrid y navegación á vapor, creando además beneficios generales y rendimientos á perpetuidad. Proponía dragar el río para hacer un canal navegable desde el Puente del Rey hasta el puente del ferrocarril de Madrid á Alicante, Valencia y Andalucía.

Traeremos á dicho canal tres buques á vapor, ya de hélice ya de ruedas, de una eslora máxima de treinta metros, propios para la navegación de ríos, aparejados en goleta; los cuales se destinarán durante el período de festejos, á la condución de pasajeros de un punto á otro cualquiera del canal [...] Para la votadura [sic] de los tres buques é inauguración del canal, las gestiones que ya tenemos hechas [...] á fin de conseguir que cada una de las Naciones del Continente Americano y las Europeas y Asiáticas, asi como también alguna Africana, envíen al rio Manzanares en Madrid, un pequeño buque á vapor propio para navegar por rio de calado de tres metros y aguas de leve densidad, y por este medio realizar, que el día del Cuarto Centenario de Colón, al pie de los muros de la Capital de España, estén representadas en las aguas todas la Naciones, presentándose una numerosa flota de pequeños buques á vapor, en que ondeando los pabellones de todos los países de aquende y de allende los mares, saluden en la noble España la gloriosa página escrita por el inmortal navegante Cristóbal Colón [...] El buque, cuya construcción tenemos contratada y que ha de ser armado, bendecido y votado [sic] en las aguas del Manzanares, término jurisdiccional de Madrid, izará en su palo mayor el pabellón Español y en el de mesana el de Castilla; será comandado por el que subscribe y hará de Almirante, mandando las evoluciones que ha de ejecutar toda la flota.
Memoria descriptiva para tomar parte en los festejos del Cuarto Centenario de Colón verificando la limpia de una trayectoria parcial del río Manzanares para... Establecimiento tipográfico de El Liberal. 1892

Vista del embarcadero del Real Canal de Manzanares

Si se quiere atraer visitantes extranjeros hacen falta buenos hoteles. En estos años ya se nota la carencia de hoteles de lujo para alojar a los visitantes más adinerados, una necesidad que será acuciante en el futuro cuando haya que alojar a los invitados a la boda de Alfonso XIII y para ello se construyan el Palace y el Ritz. Pero Madrid todavía no contaba con esos hoteles y para el centenario surgen dos propuestas.

En el programa que la Sociedad IberoAmericana tiene en estudio para preparar con gran solemnidad la celebración del que será el más famoso de los Centenarios, aparece, según mis últimas noticias, la creación del Instituto Ibero-Americano y de un Museo Comercial. Ambos importantes proyectos pudieran combinarse con uno de los que he tenido la honra de someter á la Junta Nacional del Centenario. Me refiero á la construcción de un Gran Hotel en Madrid, para inaugurarse el 12 de Octubre de 1892: en el Archivo de 8 de Febrero último se publicó el referido proyecto con todos sus detalles. El Instituto, el Museo y el Hotel de América ó Colombia, ¿no podrían formar un solo y grandioso edificio? Así tendría un carácter monumental para conmemorar el acontecimiento que llenó de gloria imperecedera á España, y se elevaría también á Colón un monumento digno de su grandeza [...] Todo el confort, el lujo de París, Londres ó Nueva York, á que los hispanoamericanos están acostumbrados cuando van á aquellas capitales, lo encontrarían en el gran hotel de América ó Colombia, lo que hoy, por regla general, no puede ofrecerse en Madrid [...] Edificándose el hotel con las condiciones requeridas y en sitio céntrico, como el del solar de la casa de Riera en la calle de Alcalá [actual Círculo de Bellas Artes], ó en los que quedarán con el derribo del palacio de Medinaceli [actual Hotel Palace], podría arrendarse la parte destinada á hotel y formarse con sus rentas un capital consagrado á sostener con el brillo y la holgura que deben tener, el Instituto Iberoamericano y el Museo Comercial.
Archivo diplomático y consular de España, 16/07/1890

En su próxima sesión el ayuntamiento tendrá que discutir una proposición suscripta por la Sociedad internacional de coches camas y grandes expresos europeos, pidiendo á la corporación municipal la concesión de los terrenos situados en la esquina de la calle de Alcalá y del Prado, donde en la actualidad se encuentra el teatro Felipe, para construir un hotel con fachada monumental que haga pendant al edificio del Banco. Comprométese la empresa constructora, á cambio de la concesión gratuita de dichos terrenos durante sesenta años, á edificar un hotel en cuya construcción no invertirá menos de tres millones de pesetas, y un millón más en muebles y demás instalaciones. Al cabo de estos sesenta años, el hotel y todas sus dependencias pasarían á ser propiedad del Ayuntamiento, que se encontraría así, sin gasto alguno, dueño de un edificio que podría utilizar subarrendándole ó destinándole á otro objeto. La empresa reclama la urgencia para la discusión de este proyecto, pues caso de aprobarse, piensa dar tal impulso á las obras, que sería inaugurado el Gran Hotel del Prado en vísperas de la Exposición del Centenario.
Diario oficial de avisos de Madrid, 16/10/1891 
Teatro Felipe donde actualmente está el Palacio de Cibeles
 
Este último proyecto fue objeto de un gran debate en la prensa. El teatro Felipe era un pequeño teatro de verano, donde se representaban zarzuelas, que estaba situado rodeado de árboles en la esquina donde actualmente se encuentra el Palacio de Cibeles, sede del ayuntamiento. En aquella época el parque del Retiro llegaba hasta Cibeles, por lo que esta propuesta para construir un hotel allí suponía ceder gratuitamente una parte del parque para un negocio privado, una operación que además no proporcionaba ingresos al ayuntamiento. El teatro Felipe fue pronto derribado y los árboles adyacentes talados, aunque finalmente el hotel no se construyó y una parte del espacio liberado se dedicó a ampliar la plaza de Cibeles.

Madrid ya tenía un monumento a Colón que había sido costeado por un grupo de aristócratas y que iba a ser inaugurado por Alfonso XII el 4 de enero de 1886, pero la muerte del rey en noviembre de 1885 suspendió la ceremonia y el monumento quedó sin inaugurar. Un periódico nos cuenta una curiosa peripecia por la que pasó el mármol de la estatua.

Esta estátua tiene su historia. Se «sacó de puntos», como dicen los estatuarios, en Sarrara: envióse de alli á Génova, y en Génova se embarcó en un barco de vela (por no poder ir en vapor) con rumbo á Valencia. Estalló por entonces una violenta borrasca, y el barco, juguete de las olas, permaneció largo tiempo en el mar sin que supiese su paradero. Por fin llegó sana y salva á puerto, y ahora va á ser terminada por el mismo autor de la estátua, señor Suñol.
La Correspondencia de España, 22/01/1884
Monumento a Colón en el centro de la plaza
 
Parecía que la celebración del cuarto centenario del descubrimiento era la ocasión propicia para la ceremonia de inauguración, pero por motivos desconocidos no se realizó entre los actos del centenario, quizá porque no tenía sentido inaugurar un monumento que ya llevaba varios años instalado en la plaza de Colón; sin embargo la entrega del monumento al ayuntamiento se hizo el 12 de octubre de 1892 pero de una forma casi clandestina. Aquel día por la tarde durante la solemne sesión municipal en el ayuntamiento el alcalde la dio a conocer.

El Sr. Bosch manifestó que una comisión compuesta de personas pertenecientes á la nobleza española le había hecho entrega por la mañana de la llave de la verja que rodea al monumento de Colón levantado á expensas de la nobleza á la entrada del paseo de la Castellana.
El Siglo Futuro, 13/10/1892

La situación financiera de España no permitió la organización de una gran Exposición Universal como la que se iba a celebrar en Chicago en 1893. Para los actos del cuarto centenario en Madrid no se levantaron edificios monumentales ni se realizaron reformas urbanísticas. Algunos edificios en construcción como el de la Bolsa o el de la Real Academia Española no consiguieron estar terminados a tiempo para el centenario. En 1891 comenzaron las obras de explanación y ampliación de la plaza de Cibeles pero el traslado de la fuente al centro de la plaza no se efectuó hasta 1895. El traslado de la fuente de Neptuno al centro de su plaza no se hizo hasta 1898.
El Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales en obras
 
Los principales actos del centenario en Madrid fueron las exposiciones y los congresos. La Exposición Histórico-Americana y la Exposición Histórico-Europea, que se refundieron posteriormente en la Exposición Histórico-Natural y Etnográfica, tuvieron lugar en el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales —que no estaba entonces completamente finalizado— Este edificio actualmente alberga la Biblioteca Nacional y el Museo Arqueológico Nacional. La Exposición Internacional de Bellas Artes fue en el Palacio de la Industria y de las Artes que actualmente alberga el Museo Nacional de Ciencias Naturales y la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid. Los numerosos congresos que se celebraron durante el centenario tuvieron asiento en edificios ya existentes.

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