Los relojes de la Puerta del Sol (II)



Iglesia del Buen Suceso. Calotipo, 1852

El nuevo reloj que ha construido Tomás de Miguel para el Buen Suceso no empieza con buen pie. La prensa será condescendiente al principio porque considera que son necesarios algunos ajustes que se irán haciendo en pocos días, pero el primer problema lo da las campanadas.
 
ATAQUE DE NERVIOS.—Anteayer á las cuatro y cuarto de la tarde se paró el reloj del Buen Suceso y hace tres dias tuvimos el gusto de oirle cantar á las doce del dia una cabatina de mas de cien campanadas. La causa so conoce que fue de poca consideración, pues antes de las seis ya estaba andando. Es de esperar que siendo la máquina tan buena se repitan poco estas interrupciones que solo pueden atribuirse á falta de cuidado.
El Clamor Público, 29/10/1848

Tomás de Miguel escribió una carta al periódico diciendo que las intempestivas campanadas que dias atrás achacaron al reloj, no fueron producidas por el desbarate de la máquina, sino por los acólitos ó monaguillos de la iglesia que comenzaron el toque del Ave María un momento después de sonar la hora y con la misma campana. Pues los monaguillos siguieron con las suyas o el reloj no funcionaba bien porque al mes siguiente:

Desate. Ayer á las cinco de la tarde se salió de quicio el reloj del Buen Suceso, y estuvo dando campanadas por espacio de media hora. Este desbarajuste que se ha repetido ya algunas veces, pone en boca del público el antiguo refrán de "largo parto y parir hija". Preciso es confesar que se han lucido los que intervinieron en esta mejora.
La España, 20/12/1848

Empieza la desconfianza hacia el relojero, al fin y al cabo es un cerrajero que fabrica de todo pero no un especialista en relojería. Empiezan a circular rumores de que los relojes no los fabrica él.

Desde que poseemos un nuevo reloj, en la Puerta del Sol, solo se habla entre las personas inteligentes del hábil relojero de esta corte, don Tomás de Miguel. Lo que acerca de él se dice ha escitado nuestra curiosidad relativamente á los conocimientos mecánicos de este constructor, siéndole en alto grado favorables los datos que respecto de él han llegado á nuestra noticia; pero algo propensos á la incredulidad, necesitamos ver para creer, porque algunos sugetos, por miras que no alcanzamos, nos han asegurado que la multitud de relojes que sale de su establecimiento son importados de Francia ó de Inglaterra. No consistiría precisamente el perjuicio que de aqui se irrogase en hacer venir de paises estrangeros los relojes necesarios, sino en bautizar con un nombre propio las obras agenas.
El Observador, 29/03/1849

 Ahora se pide que el reloj permanezca iluminado para poder ver la hora de noche.

Una hora de vida es vida.—A consecuencia quizás de la reclamación que hicimos hace días, para que la farola y el reloj de la Puerta del Sol no se apagasen á las dos de la madrugada, se ha concedido una hora mas de vida á aquellas luces. Antes de anoche se apagaron á las dos todos los faroles de gas, menos la farola y el reloj que lucieron hasta las tres. Damos, pues, una parte de gracias á quien corresponda; pero rogamos que ardan hasta la madrugada, y el agradecimiento será completo.
La España, 27/09/1849

Se piden mejoras para este reloj tan céntrico porque hay quejas respecto a su iluminación. El periódico La Patria dice que se instalará una nueva esfera que será de una sola pieza y de cristal mas grueso y consistente que la que había antes [...] de modo que esté la luz repartida por igual, y no presente el claro y oscuro que se observaba antes. Según El Clamor Público, es preciso dar una disposicion a las luces a fin de que el quinqué, que tiene dos tubos ó chimeneas para dar salida al humo no perjudique al cristal. Finalmente, según La Época, se hizo una prueba que salió perfectamente, pues la claridad era grande é igual en toda la muestra, distinguiéndose la numeración á larga distancia
Todo esto a otro periódico le parece insuficiente.

PEOR ESTA QUE ESTABA.—Habíamos concebido la esperanza de que bien pronto podríamos admirar en la Puerta del Sol, un magnífico reloj astronómico; pero esta esperanza ha sido bien pronto desvanecida, al ver que lo único que por ahora se ofrece al público es un cambio de esfera, en la cual, si es cierto que hemos ganado en calidad, no lo os menos que hemos perdido en elegancia, pues los primeros números de la misma eran mucho mas modernos que estos últimos. Esperaremos, pues; de nuevo á que la anticuada esfera que acaba de colocarse se haga pedazos, para clamar otra vez para que en el sitio mas céntrico de Madrid se coloque un reloj digno de la capital de España, contentándonos hoy con indicar que hacia fines del año último, un artista francés residente en esta córte há mucho tiempo, y persona muy entendida en esta clase de obras, propuso por medio de una carta al Excmo. señor corregidor, construir un reloj, cuyo proyecto tenia ya concluido, que indicase la hora, los dias de la semana y del mes, el mes, y el año, y con la mayor exactitud las diferentes fases de la luna. En dicho proyecto el precio de este grandioso trabajo era en estremo módico, no pidiendo el autor otra remuneración que lo que se juzgase conveniente darle, y aun deseaba que su plan y sus cálculos fuesen sometidos á una comisión de personas inteligentes en la materia, á fin de que su proyecto no ofreciera la menor duda. Parécenos que estas condiciones bien merecían la pena de ser examinadas; pero está escrito que en Madrid, nada notable ha de hacerse.
La Nación, 30/08/1850

Como epílogo a la iluminación, el quinqué "presentó su dimisión".

El quinqué de gas que iluminaba el reloj del Buen Suceso, habia presentado hace algunas noches su dimisión y anteayer le fué por fin admitida, quedando la esfera enteramente á oscuras. En tanto que no se provea la vacante, el saber allí la hora después de ponerse el sol es cosa que depende del oido.
El Observador, 22/10/1851
1857, en primer término el solar de la iglesia del Buen Suceso. Faltan muchas casas por derribar.

Los vecinos iban a tener que enfrentarse a un problema más grave: el reloj va a ser desmontado porque va a derribarse la iglesia del Buen Suceso.
Para hacer la reforma de la Puerta del Sol y dejarla con la forma que tiene hoy en día, hubo que derribar manzanas enteras. Dado que la iglesia pertenecía al patrimonio real, los derribos empezaron con este edificio que no presentaba la dificultad del largo proceso de desahucios y litigios con dueños de fincas que se preveía. El reloj iba a ser desmontado y era necesario encontrar cuanto antes otro lugar en la Puerta del Sol para instalarlo.

PUERTA DEL SOL.—Ayer se comenzaron á trasladar en diversos carros particulares y furgones de la casa real los muebles y efectos de la iglesia del Buen-Suceso. Al mismo tiempo se hicieron los hoyos sobre el asfalto para colocar los andamios y el castillete de demolición. Alarmados muchos propietarios de casas en la Puerta del Sol, al ver la rapidez con que han principiado los trabajos, parece que celebraron ayer mismo una junta con el fin de elevar á S. M. una respetuosa esposicion, demostrando los graves perjuicios que les ocasiona la última medida dictada por el Gobierno
El Clamor Público, 25/02/1854

Ayer se ha principiado el derribo de la  iglesia del Buen Suceso. Como generalmente no se esperaba que estas operaciones empezaran tan pronto, los transeúntes se veían como sorprendidos, y era crecídisimo el número de las personas que admiradas de tanta celeridad se paraban a contemplar el principio de la gran reforma que vá á trasformar el aspecto de la capital.
El Heraldo, 25/02/1854

Con la misa de dos dio ayer fin el culto divino en el Buen-Suceso. El derribo de esta antigua iglesia ha principiado ya, habiéndose desarmado el reloj, cuya falta se nota estraordinariamenle en aquel punto tan principal de la corte.
La Esperanza, 25/02/1854

Recién derribada la iglesia ni siquiera existía el proyecto que iba a ser elegido para la nueva Puerta del Sol, pero en aquel momento todo el mundo daba por hecho que el Buen Suceso sería reedificado.

Reloj del Buen Suceso. La reedificación de Buen Suceso, por muy pronto que se concluya, es obra larga, y el reloj, mientras tanto, está haciendo allí una falta muy notable, no solamente por considerársele como oficial, sino por el grande y continuo servicio que prestaba á todos los vecinos de Madrid. Su colocación por lo tanto, en otro sitio de la Puerta del Sol es de urgente necesidad, y ninguno mejor que la antigua casa de correos, como se indicó al principio. Sí el hacer para ello alguna obra sobre el centro de la fachada principal ofrece dificultades, el construir provisionalmente un torreón en el ángulo de la calle de Carretas, ni origina demasiado gasto, ni podria tampoco estropear el edificio, además de ser aun mejor este punto como mas visible, en todas dírecciones. Creemos, pues, que el ayuntamiento debe, sea por el medio indicado, ó, por cualquiera otro que estime conveniente, reparar la mencionada falta en obsequio del público.
La España, 10/03/1854

 

 

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